Echegaray, compromiso revolucionario y solidario con los pueblos

 

Patricio Echegaray, presidente del Partido Comunista de la Argentina, falleció este miércoles en Buenos Aires a los 70 años. Compartimos el comunicado emitido por el PCA tras conocerse la noticia.

El presidente de nuestro Partido, Patricio Echegaray, murió hoy 9 de agosto a los 70 años. Debemos destacar que la vida de Patricio ha sido una de entrega y compromiso con el horizonte revolucionario para nuestro país y el mundo. Ha sido la vida de un internacionalista abnegado, que siempre brindó la solidaridad a todo pueblo que la necesitaba, a todo proceso revolucionario que se abría en el continente, y que no ha dudado un segundo en hacerla efectiva comprometiéndose en persona y junto a su militancia. La vida de Patricio, en definitiva, ha sido la vida de uno de los más grandes, honestos y lúcidos dirigentes revolucionarios de la izquierda argentina y latinoamericana.

Basta consignar un breve repaso de su amplia trayectoria militante para encontrar en cada acción, en cada lucha, su huella imborrable, y sus intentos de construir la unidad de los revolucionarios, de enfrentar los proyectos de la oligarquía, de lanzar a toda la militancia de la Federación Juvenil Comunista, en su momento, y del Partido Comunista de la Argentina, después, al combate feroz contra todos aquellos que han saqueado nuestra patria.

Patricio comenzó su militancia en su provincia natal,  San Juan, convirtiéndose rápidamente en un joven dirigente del movimiento estudiantil secundario. En el marco de la lucha contra la dictadura de Onganía, Levingston y Lanusse, Echegaray se afilió a la Fede para militar en la Universidad Nacional de San Juan. Allí tomó las tareas de prensa, una de sus grandes preocupaciones durante toda su actividad política. En los  inicios de la década de 1970, y ya convertido en un militante del área sindical, el trabajo político desplegado en el SOEME, del que llegó a ser secretario gremial, lo llevó a asumir la importantísima tarea de la Secretaría Gremial de la CGT de los Argentinos en San Juan. Contribuyó así a uno de los espacios más importantes del sindicalismo argentino del siglo XX. El Onganiato llevó adelante un encarnizado ataque contra la organización de los trabajadores y las trabajadoras. Patricio fue una víctima más de esa persecución, siendo encarcelado por dos años a causa de la Ley Anticomunista. Durante su permanencia en la cárcel, fue elegido como miembro del Comité Central de la Fede. En esta etapa, comienza a gestarse un proceso de mucha importancia para la política nacional, como lo fue la experiencia unitaria de las juventudes políticas. Echegaray,  ya en Buenos Aires, fue el Responsable de las Relaciones Políticas con las organizaciones juveniles que conformaban este espacio, gestando un proceso de unidad en la lucha de las organizaciones populares en Argentina que ha sido el germen de nuestras posiciones a favor de la unidad de los revolucionarios para la construcción del socialismo en la Argentina. A comienzos de los '80 y en plena dictadura, Patricio fue elegido Secretario General de la Fede. En esta década impulsó las Brigadas del Café, que se convirtieron en el sello inalterable del internacionalismo de los y las jóvenes comunistas de la Argentina. La solidaridad con Nicaragua y El Salvador marcaron a toda una generación de jóvenes y Echegaray fue uno de los más grandes ejemplos, entre tantos, de solidaridad efectiva con los procesos revolucionarios. En paralelo, Patricio junto a muchos otros camaradas, como Athos Fava, Secretario General del Partido, llevaron adelante un proceso de autocríticas y transformaciones revolucionarias que desembocaron en el histórico XVI° Congreso del PCA, que hasta el día de hoy nos orienta en la lucha por la construcción de un Frente de Liberación Nacional y Social, que con la unidad de los revolucionarios como bandera, siente las bases para la construcción del Socialismo en nuestro país.

Patricio es un ejemplo de aquello que dijera nuestro querido Agustín Tosco: “Nuestra experiencia nos ha enseñado que, sobre todas las cosas, debemos ser pacientes, perseverantes y decididos. A veces pasan meses sin que nada aparentemente suceda. Pero si se trabaja con ejercicio de estas tres cualidades, la tarea siempre ha de fructificar; en una      semana, en un mes o en un año. Nada debe desalentarnos. Nada debe dividirnos. Nada debe desesperarnos”. Y  así lo demostró Echegaray en los oscuros días de la caída de la  Unión Soviética, y con ello la posibilidad de construir el Socialismo, saliendo a afirmar en la imprescindible Carta de los Cinco (Jorge Schafik Handal, Narciso Isa Conde, Rigoberto Padilla, Humberto Vargas Carbonell y Patricio Echegaray) dos cuestiones de suma importancia que fueron el puntapié inicial de un contragolpe nuestroamericano: en primer lugar, que el Capitalismo también estaba en una etapa de profunda crisis y en pleno desarrollo de la misma, y en segundo lugar, la idea de que América Latina es el continente de la esperanza revolucionaria. De modo consecuente con estos dichos trabajó para que en toda América la lucha contra la oscura noche neoliberal encendiera las llamas de la Revolución. Y la historia le dio la razón. Hacia finales de los noventa, en el cambio de siglo, con la llegada de Chávez al poder y los distintos estallidos populares que demostraban que no había lugar para el “Fin de la Historia”, se abrió un nuevo de ciclo de luchas en el continente. Este nuevo ciclo lo encontró a Patricio dando combate en espacios parlamentarios. Desde agosto de 2000 fue legislador de la Ciudad de Buenos Aires desde donde empujó la defensa de todas y todos aquellos que estaban siendo oprimidos por el gobierno de la Alianza: los jóvenes, los desocupados, los que habían sido desposeídos de todo, las mujeres y los colectivos LGTBI tuvieron una voz y un defensor en la legislatura porteña como nunca antes. Patricio trabajó junto a muchos compañeros y compañeras comprometidos, pero sin duda el trabajo que desarrolló junto a nuestra camarada Lohana Berkins fue uno de los más significativos y el que sentó las bases para las conquistas de los colectivos LGTBI que llegarían más adelante.

Sin dudar, aportó toda su experiencia e internacionalismo involucrándose varias veces en la selva colombiana para fortalecer la solidaridad con los camaradas de las FARC – EP en su búsqueda de una Paz con Justicia Social. Realizó entrevistas a los comandantes Manuel Marulanda Vélez y Raúl Reyes, entregando toda su disposición, aportando de este modo y otros, al desarrollo del proceso de paz que hoy se empieza a llevar a cabo, no exento de confrontaciones e incumplimientos por parte del gobierno colombiano, pero que acerca el horizonte de paz para un pueblo extremadamente golpeado y para todo el continente. Así como tampoco dudó en poner toda la militancia del PCA y la FJC al servicio de la lucha contra el ALCA, la cual dio su mayor fruto con el entierro de los planes imperiales en la Cumbre de los Pueblos celebrada en Mar del Plata en 2005. En los últimos doce años Patricio nos comprometió a luchar por la profundización de todos los procesos de avanzada de los pueblos que se dieron en nuestro continente, defendiendo todas aquellas conquistas populares que eran beneficiosas para la clase trabajadora y enfrentando de modo enérgico todos los planes de injerencia imperialista, de desestabilización en nuestra región; a estar atentos a  restauraciones conservadoras que hoy vemos que llevan adelante las oligarquías locales junto al imperialismo. Esta es una mínima enumeración de algunos hechos que marcaron la vida de Patricio y por tanto, la de nuestro Partido. Es difícil resumir la vida de un revolucionario tan sabio y apasionado, tan comprometido y activo en las luchas de nuestro pueblo y el continente, que ha estado al lado de las y los mejores de nuestra época: Fidel Castro, Hugo Chávez, Schafik Handal, Gladys Marín, Fanny Edelman,  Manuel Marulanda, Raúl Reyes y tantos camaradas como ellos, pero también junto a miles de anónimos defendiéndolos en un desalojo o luchando contra la represión policial como en las calles de Argentina en el 2001.

Patricio: los comunistas, del Partido y de la Juventud, nos reconoceremos siempre en el fervor revolucionario con el que asumiste todas tus tareas desde muy temprano en la militancia, trabajaremos con la misma fuerza con la que a cada paso brindaste tus manos en la construcción de un proyecto revolucionario, tendremos siempre esa fortaleza de gigante que tuviste para sobreponerte en cada situación difícil y brindaremos sin pretextos esa inmensa solidaridad de luchador honesto que nos enseñaste a practicar cotidianamente. No podemos tener otro destino más que el de recoger tu legado valiosísimo para generaciones y generaciones de revolucionarios, convirtiendo tu ejemplo de lucha durante toda tu vida en una enseñanza y una acción cotidiana, siempre junto a nuestro pueblo, ahí donde más nos necesite. Nos inspira tu internacionalismo inquebrantable que te llevó a poner el cuerpo en cada rincón de la Patria Grande que te necesitaba. Continuaremos tu camino junto a cada trabajador y trabajadora que luchen por sus derechos, junto a cada estudiante que luche por una educación gratuita, de calidad, liberadora, junto a todas aquellas que luchan por destruir el patriarcado. Continuaremos tu trabajo haciendo lo que mejor nos enseñaste, luchar incansablemente por el Socialismo y el Comunismo.

En tu honor ¡ni un segundo de tristeza, toda una vida de combate !

Camarada Patricio Echegaray, eternamente presente en nuestros corazones revolucionarios!

Viva el Partido Comunista de la Argentina !

Viva La Federación Juvenil Comunista !

 Viva la Revolución y el Comunismo ! 

 

Partido Comunista de la Argentina (PCA) - 10 de agosto de 2017

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