Cuba: Desafios culturales en la realidad actual

Juan Valdés Paz, sociólogo, politólogo, analista y Premio Nacional de Ciencias Sociales 2014 en Cuba, inauguró, con un profundo análisis titulado “Notas sobre la cultura del desarrollo socialista” el VII Taller Regional de Intercambio de Experiencias organizado por el Centro de Intercambio y Referencia Iniciativa Comunitaria (Cieric), con el tema “Los desafíos de la Cultura en la construcción de sociedades con equidad y sostenibilidad”.

En ocasión de su participación en el evento organizado por Cieric los días 5 a 9 de octubre de 2015, Juan Valdés Paz ofreció una entrevista a la oficina regional Rosa Luxemburg Stiftung a su coordinadora de Comunicación y Eventos, Clara G. Meyra Segura.

Sociedades polarizadas

La crisis ha acentuado la desigualdad y la polarización en todos los países, y particularmente en Europa y EE.UU., donde se inició.

Vivimos en sociedades cada vez más polarizadas. O sea, donde los ricos son cada vez más ricos y los pobres cada vez más pobres. Y los riquísimos se apropian de más riqueza cada día. ¿Cuánto más?

¿Lastres de la década? El discurso económico en disputa

“El kirchnerismo, conceptualmente, nos ha hecho retroceder 30 años. Hoy se ha vuelto a discutir los controles de cambio, la inflación, si tener déficit es bueno o malo El Gobierno dejará un déficit fiscal difícil de manejar, una deuda importante, una economía estancada o ligeramente recesiva y un tipo de cambio atrasado. En indicadores de pobreza o indigencia estamos igual que a mediados de las décadas de 1980 y 1990” (diario La Nación, 24 de mayo de 2015).

Lo cierto es que “las grandes transformaciones estructurales” promovidas por el modelo de acumulación basado en la valorización fi nanciera hicieron estallar un conjunto de “bombas de tiempo” durante la crisis de la convertibilidad. Y éste es un dato objetivo, tan peligroso que puso en riesgo a la soberanía de la Nación. No faltó quien, por entonces y pese a ser parte responsable de lo ocurrido, recomendara poner la gestión integral de la Argentina en manos de una consultoría internacional integrada por expertos de los organismos multilaterales de crédito y con plenos poderes para hacer y deshacer en materia económica y social. Por cierto, tal “asesoramiento” se pagaría tomando más deuda externa. Afortunadamente primó el sentido común y, por un pelo, tal dislate fue descartado.

"América Latina empezó una nueva historia, que yo creo irreversible"

"Mi patria chica primera es Argentina, la otra es Brasil, pero la patria grande es América Latina. Soy un latinoamericanista." Lo dice Enrique Dussel pausadamente y en su tonada híbrida todavía quedan rastros del mendocino que alguna vez fue.

Filósofo argentino radicado desde hace cuarenta años en México, Dussel dejó dos veces su país natal. La primera fue después de recibirse en la Universidad de Cuyo. Pasó 10 años en Europa y su pensamiento crítico del eurocentrismo, dice, lo hizo sentirse un extranjero en todas partes, aquí y allá: "Todavía la mayoría de los profesores son absolutamente eurocéntricos y en filosofía, son helenocéntricos. Creen que la filosofía nació en Atenas y los mismos Heródoto, Platón y Aristóteles dicen que nuestra filosofía surgió en Egipto".

DECLARACIÓN DE LIMA SOBRE JUSTICIA FISCAL Y DERECHOS HUMANOS

Nos hemos reunido en Lima como una comunidad de amplia base conformada por activistas, académicos y académicas, juristas, litigantes y profesionales con experiencia; personas comprometidas con el avance de la justicia fiscal a través de los derechos humanos, y la realización de los derechos humanos a través de la justicia fiscal.

Los ingresos tributarios son el instrumento más importante, fiable y sostenible para que los Estados destinen recursos dirigidos al cumplimiento de sus obligaciones de derechos humanos de manera suficiente, equitativa y responsable. Del mismo modo, la realización de todos los derechos humanos es una razón de ser fundamental de los gobiernos. Es a través del respeto, la protección y el cumplimiento de los derechos civiles, políticos, económicos, sociales, culturales y ambientales que el Estado adquiere legitimidad para recaudar impuestos. La tributación también juega un papel fundamental en la redistribución de los recursos en formas que pueden prevenir y corregir las desigualdades de género, económicas u otras desigualdades y reducir las disparidades en el disfrute de los derechos humanos que se derivan de ellas. Por otra parte, un sistema tributario justo puede cimentar los lazos de rendición de cuentas entre el Estado y la gente, estimulando a los gobiernos a ser más sensibles a los derechos y a las reivindicaciones de aquellos y aquellas ante quienes deben responder. Las políticas fiscales pueden igualmente contrarrestar las flagrantes deficiencias del mercado y proteger los bienes comunes globales, en particular un medio ambiente sano en el planeta.

La lucha por la justicia fiscal

Si bien en el último cuarto de siglo el debate sobre política tributaria ha estado en la agenda de los gobiernos latinoamericanos, su principal foco ha sido el aumento de la recaudación tributaria. La interacción de la política fiscal con la política macroeconómica, sus efectos sobre el ahorro y la inversión y su impacto en la distribución de los ingresos son temas que continúan abiertos.

El incremento de los ingresos fiscales en América Latina en la última década se explicó, entre otras cosas, por el mayor crecimiento y la relativa estabilidad experimentada, a expensas del aumento de la demanda de los países de mercados emergentes y de los altos precios internacionales de las materias primas.

Crecimiento económico con alta desigualdad social ha sido una de las principales características de los últimos años, lo que hace de América Latina una de las regiones más desiguales del mundo. El gran desafío de la región es, por tanto, crecer con equidad e inclusión social.

Neomalthusianismo y feminismo

En la excelente encíclica ecológica del Papa Francisco hay sin embargo un par de párrafos con los que me siento en desacuerdo. La encíclica peligrosamente le quita importancia al aumento de la población humana, desecha el concepto de "salud reproductiva" y niega despiadadamente el derecho al aborto. Veamos el contexto.

Laudato Si´ encíclica del Papa Francisco

1. Laudato si’, mi’ Signore » – « Alabado seas, mi Señor », cantaba san Francisco de Asís. En ese hermoso cántico nos recordaba que nuestra casa común es también como una hermana, con la cual compartimos la existencia, y como una madre bella que nos acoge entre sus brazos: « Alabado seas, mi Señor, por la hermana nuestra madre tierra, la cual nos sustenta, y gobierna y produce diversos frutos con coloridas flores y hierba ».

2. Esta hermana clama por el daño que le provocamos a causa del uso irresponsable y del abuso de los bienes que Dios ha puesto en ella. Hemos crecido pensando que éramos sus propietarios y dominadores, autorizados a expoliarla. La violencia que hay en el corazón humano, herido por el pecado, también se manifiesta en los síntomas de enfermedad que advertimos en el suelo, en el agua, en el aire y en los seres vivientes. Por eso, entre los pobres más abandonados y maltratados, está nuestra oprimida y devastada tierra, que « gime y sufre dolores de parto » (Rm 8,22). Olvidamos que nosotros mismos somos tierra (cf. Gn 2,7). Nuestro propio cuerpo está constituido por los elementos del planeta, su aire es el que nos da el aliento y su agua nos vivifica y restaura.

La encíclica ecologista del papa Francisco

En medio de polémicas y tensiones, el papa Francisco hace pública su encíclica Alabado seas, sobre el cuidado de la casa común, en la que advierte los gravísimos problemas del medio ambiente y hace responsable al sistema económico mundial de llevar a la humanidad al borde del colapso, por carecer de sustento ético. La voracidad del capitalismo de mercado y del dios dinero están llevando a la humanidad también a la contaminación del alma del ser humano y la corrosión de su espíritu.

La desigualdad heredada

El Capital en el Siglo XXI, el fascinante libro que el ya célebre Thomas Piketty presentó días atrás en la Argentina, dedica mucho espacio a mostrar la fuerte influencia que tiene la herencia sobre la desigualdad. Por ejemplo, en la página 488 el economista francés asegura que “las fortunas heredadas representan más de la mitad de las mayores fortunas mundiales”. Añade que “una estimación aproximada de 60 a 70 por ciento parece a priori bastante realista”.