Desde la Cuba revolucionaria

Mabel Bellucci. Emmanuel Theumer


Aunque de momento resulte tan poco conocido como enormemente olvidado fue desde la Cuba Revolucionaria que tuvo lugar el desarrollo prístino de una teorización marxista-feminista del trabajo doméstico.

Desde La Habana, a inicios de 1969 los intelectuales Isabel Larguía y John Dumoulin comenzaron a difundir su primer manuscrito titulado «Por un feminismo científico» el cual será editado hacia 1971 por Casa de Las Américas. El esfuerzo intelectual que pergeñaron estuvo dirigido a comprender las modalidades de explotación que atañen a las mujeres, así como las posibles alternativas emancipatorias. Su objetivo no era tanto el de agregar una nota al pie a los consagrados escritos de Karl Marx y Friedrich Engels sino poner en tensión los límites del marxismo y el feminismo a la hora de interceptar la opresión de las mujeres. Anidada en el seno de un país socialista, la contribución de Larguía-Dumoulin constituye un modo de adentrarnos a los complejos y no siempre armoniosos vínculos entre feminismo y marxismo, así como un modo de introducirnos histórica y políticamente a las tensiones y acercamientos que se produjeron entre feministas y otras organizaciones de izquierda en los principales centros de América Latina y El Caribe. Quizás por ello este ensayo es decididamente polifónico. Está hecho de retazos de memorias, de escritura feminista que actualmente goza el estatuto de archivo, discursos historiográficos, análisis teóricos, declaraciones oficiales y renovados estudios cubanos sobre las mujeres. 

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Colección Grupos de Trabajo - CLACSO

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