“Debemos recordar de dónde venimos para valorar lo hecho”

Entrevista a Pablo Tigani por Francisco Balázs
–¿Cómo analiza el proceso de reindustrialización que comenzó a partir del año 2003? –Creo que estamos semiindustrializados. En sólo diez años avanzamos a un estado de semiindustrialización. Venimos de un fenomenal proceso de destrucción de la industria nacional. Esto hay que recordarlo, si no, la evaluación es compleja. Hay que recordar de dónde venimos para valorar lo hecho en estos años. Durante mucho tiempo tuve que recorrer distintas partes de la provincia de Buenos Aires. Uno veía edificios de ex fábricas transformados en lugares para guardar mercadería, depósitos. Otros estaban cerrados, con carteles de remate. Nosotros arrancamos de ahí, este proceso de recuperación viene de ahí.

No había industria nacional, sólo una industria internacional que se había quedado en el país, que hacía algunas cosas y que, con el grado de integración que da la globalización era tan dependiente de la importación que era imposible que le fuera mal. Lo que todavía muchos no entienden, o no quieren aceptar, es que la economía libre y promercado destruyó toda la industria. También destruyó los servicios. ¡Hasta Telecom defolteó los bonos en 2002! Le dimos el monopolio a dos empresas y defoltearon los bonos. Fundieron el campo, llevaron a la Argentina al default más grande de la historia de la humanidad, sin contar muertos, desempleo y caída del salario. Por eso digo, ya estamos semiindustrializados y ¿cómo lo hicimos?: a poncho y con lo que quedaba. El proceso iniciado en 2003 fue una construcción social –yo lo defino así– con diferentes actores económicos y sociales. Tampoco lo llamaría el modelo nacional y popular. Lo llamaría la construcción nacional y popular. Vamos hacia la industria siempre y cuando haya inversiones, y creo que ahora hay que introducir más cambios

–Se prevé una inversión cercana al 23% del PBI, ¿cómo se compone esa inversión?
–La composición de la inversión no va a hacer la que le gusta al neoliberalismo, que consiste en que venga la inversión extranjera a corto plazo, que genere por algún momento sobreabundancia de dólares y un día se van todos. Es no va a pasar. En gran parte, la composición será desde la reinversión de utilidades de las empresas extranjeras que hay en Argentina –estamos hablando del 70% de la facturación total–.

–Respecto del 2013 se prevé una recuperación del crecimiento cercana al 3,9%. Coincide con este pronóstico?
–Yo veo a Argentina creciendo en el PBI en 5%. El consumo también al 5% con una participación entre el 65% y 75% en el componente del PBI. Creo que en la recuperación de la inversión por ahí llegamos a los 23 puntos del PBI. Creo que tendremos récord de exportación y este año vamos a tocar los 90 mil millones.

–El latiguillo opositor apunta que la recuperación se apoya en una buena cosecha y en la activación del mercado con Brasil.
–Eso es un diagnóstico neoliberal. Es cómo si preguntaras por Canadá y dijeras está lindo pero siempre depende de vender camisetas a Estados Unidos. Creo que llegó el tiempo Argentina. Los chinos comen, los indios comen... crecen como locos. ¿Sabe cuántos habitantes tiene China actualmente, con un PBI per cápita de un europeo? 300 millones de los 1.200 millones de habitantes.
Van a seguir incorporando gente al mercado de alimentación porque hay muchos que ganan dos dólares y ellos planean crecer al 7 y medio.

–¿Qué queda pendiente de este proceso iniciado en 2003?
–Hay dos temas: uno es la reforma tributaria, que tiene antecedentes contrarios con la actual concepción ideológica. El otro es la ley de entidades financieras. Ambas son complejas de enfrentar, pero confío que se irán produciendo, no se pueden obviar las condiciones políticas y sus tiempos. Pero debemos ir hacia que los que más tienen paguen más, y que esto sea en parte el financiamiento del desarrollo de la industria nacional.

–En 2012 se avanzó en el acceso al crédito por parte del sector productivo al emplazar a los bancos para que el 5% de sus depósitos sean para el sector productivo.
–Sí, fue una medida muy importante, y sumaría la necesidad de la creación de un banco de desarrollo que preste a largo plazo, a una tasa baja, para que las empresas se puedan capitalizar y pueda haber un impulso al desarrollo de la industria nacional que permita una cierta igualdad para pelearle los lugares que ocuparon las multinacionales durante la década infame del noventa.

–¿Cómo ve que la crisis internacional afectará al país en este nuevo año?
–Igual o peor. El mundo sigue en crisis y debemos estar preparados para enfrentar sus consecuencias, como ya se ha hecho en 2012.

Miradas al Sur - 6 de enero de 2013

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