¿Libre mercado...?

Ya se sabe que los norteamericanos son obsesivos con la cuestión de la seguridad nacional, tanto o más que con el consumo desenfrenado. Pero, para que las dos cosas funcionen se precisan combustibles y si es prescindiendo de las compras externas, mejor. Eso es lo que sucede con la llamada Revolución del Gas no convencional, tanto que ya la señalan como The Golden Age of Gas. Según proyecciones oficiales de la Energy Information Agency (EIA), para el año 2035 los Estados Unidos importará sólo el 1 por ciento del gas que necesita anualmente (hoy contra el 11 por ciento) y la producción del shale gas, el gran actor protagónico, pasará desde un modesto 14 por ciento del total en el 2010 a casi el 50 por ciento en el 2035.