En Cuba también protestan

Cada vez que hay protestas callejeras en Cuba parece que se inicia un escenario apocalíptico de una gran revuelta masiva para derrocar al gobierno comunista y “abrir compuertas de la libertad”. Dado que Cuba despierta pasiones tan encontradas es indispensable analizar los múltiples factores que componen la situación que se vive en la isla.

Cuba es humanidad

Entre los muchos problemas que enfrentamos a nivel mundial se encuentra el fin del cruel bloqueo de Cuba por Estados Unidos –un bloqueo que duró más de cincuenta años-. La reanudación de relaciones diplomáticas, familiares, turísticas, comerciales, culturales y financieras entre ambos países nos provoca una mezcla de júbilo por el cese de la agresiva medida y una natural preocupación sobre la mejor forma de seguir construyendo y luchando por la libertad, el socialismo y la emancipación.

Obama, la “nueva era” con Cuba y la Cumbre de la Celac

El 17 de diciembre, después de 18 meses de negociaciones secretas con mediación vaticana, el presidente Barack Obama reconoció el fracaso de la política de fuerza de Estados Unidos hacia Cuba, y dio un cambio de timón que deberá conducir a una normalización de relaciones diplomáticas con la isla. Ganó la política principista de La Habana. Fue una victoria histórica; la diplomacia cubana forzó el entierro de la lógica de guerra fría impulsada por diez sucesivas administraciones de la Casa Blanca, de Dwight Einsenhower a George W. Bush. Y lo hizo sin bajar la guardia.

Las victorias de Cuba

Cuba y Berlín eran las dos esquinas más tensas de la guerra fría. La caída del muro sacó a Berlín de esa condición. La normalización de las relaciones entre La Habana y Washington hace lo mismo con Cuba.

Cuba siempre consideró que un gobierno demócrata en su segundo mandato – cuando ya no dependía tanto de la colonia cubana en la Florida - era la chance más grande de que esa normalización se diera. Jimmy Carter no tuvo segundo mandato.