Arquitectura financiera internacional

Oscar Ugarteche estuvo en Buenos Aires para participar de sendas jornadas en el Banco Central de la Republica Argentina y en el CEMOP. Durante su visita también brindo una charla en el IADE sobre el tema de este trabajo.

En septiembre se pueden apreciar señales importantes que aluzan sobre las posibilidades que se barajan en el panorama de dos economías de gran envergadura: Estados Unidos y la Unión Europea. Los dos lanzaron planes para estimular su economía. La Reserva Federal de EUA comprará 40 000 millones de dólares mensuales en activos hipotecarios hasta que la economía de muestras de mejora. Esto porque el FED tiene tres objetivos: el crecimiento, el empleo y la inflación, a diferencia de la banca central independiente que solo tiene la inflación. Por su parte el Banco Central Europeo anunció que comprará deuda ilimitadamente de los países de la zona Euro con problemas. Para tal efecto se pide a los países que requieran la ayuda por parte del BCE un programa de ajuste fiscal.

La bomba española

Domina en la euro-crisis una calma engañosa: el BCE ha desenfundado su bazooka, el fondo de rescate ESM ha aceptado su trabajo y parece cercana la unión bancaria. En realidad, acecha un gran peligro, que no viene de Grecia, sino de España.

Tras el fuego a discreción del Banco Central Europeo ha vuelto la calma. La crisis ha dejado atrás una fase aguda y vuelve a ser crónica. El nuevo paraguas salvador del Mecanismo Europeo de Estabilidad (ESM, por sus siglas en inglés) a echado a andar. Se negocia sobre la unión bancaria. En noviembre presentará España su solicitud de rescate. Prietas las filas del establishment italiano todo tras Mario Monti. A la reunión anual del FMI en Tokio comparecen de nuevo los europeos, por vez primera desde hace mucho tiempo, con cierta autoconsciencia. ¿Pasó la crisis? ¿Podremos dedicarnos ahora a temas más serios, como los honorarios que cobran los políticos por dar conferencias?

Stiglitz: “La economía de un país no se parece a la de una familia”

Entrevistado en España, el Nobel de Economía del 2001 arremete contra algunos lugares comunes de la doxa económica. “Si una familia recorta su gasto, no hay efecto sobre la sociedad. Si un gobierno recorta, la demanda total caerá y el desempleo subirá”, dice. También asegura que “la austeridad aumenta la desigualdad y por lo tanto la ineficiencia económica”

Un plan que no logrará revertir la crisis del euro

El plan del BCE es técnicamente sólido, pero económicamente desacertado. Más destrucción de la demanda no salvará a la moneda única.

Mario Draghi cumplió con su parte. El Banco Central Europeo (BCE) irá a los mercados financieros, en un intento por mantener unida la moneda única hasta tanto los políticos avancen hacia una mayor unión política.

Esa es la buena noticia. La mala es que el proyecto de Draghi no bastará. La impresión que deja el anuncio del jueves de una compra ilimitada de bonos en los mercados secundarios es que técnicamente es sólido, pero económicamente es un error .

Los políticos europeos prisioneros de su propia creación

Observar la actitud de los gobernantes de la Unión Europea (UE) en medio de esta crisis que se afinca y destruye las conquistas sociales que definieron a muchas de las sociedades europeas desde finales de la segunda Guerra Mundial es como ver una interminable película del Gordo y el Flaco, con las torpezas previsibles que se repiten en no importa que contexto, mostrando así que no hay cambios posibles en el guión que los políticos que gobiernan el mundo del actual capitalismo “desarrollado” están llamados a interpretar.

Esta semana Holger Stelzner, editor de la sección económica del diario alemán Frankfurter Allgemeine, puso el dedo en la llaga cuando escribió que frustrados con el fracaso de sus políticas hacia la crisis en la zona euro (ZE), los políticos europeos están ahora escondiéndose detrás del BCE (Banco Central Europeo). Y que cuando a su vez la BCE fracase los políticos deberán reconocer su responsabilidad por haber “aceptado una política de ganar tiempo, pero sin cambiar algunas de las estructuras subyacentes” de la UE.

El BCE anunció que no intervendrá en los mercados de deuda

El presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, descartó que el organismo vaya a comprar deuda de los países en crisis, salvo que éstos soliciten un préstamo al Fondo Europeo de Rescate (FEEF), es decir en "circunstancias excepcionales". Por lo tanto, no comprará bonos ni regulará las tasas de interés, dos variantes que habían sido esperadas por los mercados, desde que el mismo funcionario anunciara que haría "todo lo necesario" para mantener la vigencia de la moneda única.