Bases biológicas del cooperativismo humano

Jorge Galileo Roberto Ciruelos Casabayó * (Especial para sitio IADE-RE) | “Lo importante es que lo cooperativo está incluido en todo el proceso vital, no es voluntario sino que es parte del proceso de la vida y todos los cambios y mecanismos que la acompañan”.

Esta parte de mi vida, me lleva al intento de desenmascarar lo que de acuerdo a mi alcance, es indispensable relatar para dejar en claro lo que el misterio de la vida y del existir se desarrolla a través de la evolución biológica, referente a lo asignado a la responsabilidad humana en la evolución de las especies.

Dicha asignación se establece al accionar y conductas, que pertenecen a la voluntad de cada entidad humana, que se plasma a través de la expresión génica, aumentada o disminuida a través de mecanismos voluntarios llamados epigenéticos, que se pueden establecer en el entorno y en la descendencia creando conductas reversibles que se conocen con el nombre de fenotipos. Hay otros genes que son voluntariamente inmodificables, fuera del alcance e interés en este relato, como son los de aspecto, forma, color de la piel, cabellos,  ojos y similares.

Dentro de lo variable, se introduce lo virtual y la fantasía, que se incorpora al mundo real y puede  romper los límites que deberíamos respetar para ser concordantes con lo biológico y la Naturaleza. Esta historia, es la que presenta lo que deberíamos acatar de acuerdo a lo dicho, y la comparación con lo que realmente hemos adoptado y proyectado, sus consecuencias, y la posibilidad de futuro en nuestros nichos ecológicos. Y la necesidad de crear fenotipos que nos permitan evolucionar en conjunto con nuestro entorno.

Comenzaré nuestra historia desde nuestra formación y armado anatómico fisiológico y energético y la consolidación del cooperativismo en la biología y Naturaleza, como la forma elegida para llevar a cabo la evolución. No es lo que ha ocurrido en una minoría de la entidad humana, que logró introducir una fantasía que consiguió en base al estímulo de la codicia, transformarse en realidad implantando un símbolo irreal que terminó acatando toda la población planetaria. Nace así el dinero y el individualismo acopiador en desmedro del conjunto. Y el colmo que el dinero como entidad fantasiosa, termina generando dinero palpable y real. Este hecho limitó al cooperativismo que nació por ejemplo sin existir simbiosis en las organizaciones humanas, reemplazándola por la mutualidad, más independiente en la relación cooperadora. La simbiosis es tan intensa que con el tiempo une indisolublemente a los partícipes, que ya no pueden vivir más el uno sin el otro es decir quedan consolidados en un único ser viviente.  Lo que en modo alguno podemos saber es si esto ya estaba programado en lo biológico y Natural de esta manera por algún motivo que no conocemos, al menos por ahora, o es uno de los desvíos generados por la fantasía y simbología humanas.

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* Químico farmacéutico y docente / 11-11-2020.

 

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