¿Y el Banco del Sur?

Hace diez años, apenas empezado un boom económico en América Latina, cuando los movimientos sociales y algunos gobiernos progresistas recién llegados derrotaban al ALCA en Mar del Plata y se alistaban a fundar UNASUR y posteriormente CELAC, el Banco del Sur era una de las propuestas económicas más sonadas.

Banco del sur: el futuro obligado

A más de seis años de la histórica firma de su Acta Fundacional por los presidentes de la Argentina, Bolivia, Brasil, Ecuador, Paraguay, Uruguay y Venezuela (último acto de gobierno del mandato de Néstor Kirchner, 9 de diciembre de 2007) el Banco del Sur aún no comenzó a funcionar.

Sin duda, la puesta en marcha no es simple, dada la necesidad inicial de lograr la aprobación parlamentaria de los países y establecer sus normas de funcionamiento. El proceso, pese a demoras y dificultades (por ejemplo, Brasil no completó su trámite parlamentario), pudo seguir adelante.

La unidad y la Integración Económica de América latina

El presente documento de trabajo tiene como objetivo recorrer los temas referidos a la unidad e integración regional. La mayor parte del documento está dedicado a brindar una información sistematizada y con bastante detalle acerca de la cuestión, incluyendo opiniones y conclusiones acerca del derrotero de las instituciones significativas para la integración. La nueva época que vive América Latina plantea un desafío paradigmático de integración no limitada a ningún ámbito (ni político, ni económico, ni de defensa) sino que aúna a todos estos planos, en un mundo donde los esfuerzos por la adopción del justo criterio de la simetría entre naciones y regiones invita al despliegue, progreso e incremento de las relaciones Sur-Sur.

El poder financiero supera al de los Estados

Llega con los minutos contados. Le espera una larga jornada de entrevistas, pero igual se preocupa de que se entiendan los conceptos que esgrime, algunos presentados por primera vez durante su visita a la Argentina. «Estaba nervioso por presentar ante mis pares algo que va en contra de la corriente sobre la que estudié y enseño», reconoce el economista peruano, radicado en México, Oscar Ugarteche, quien participó de las Jornadas Monetarias y Bancarias organizadas por el Banco Central.

Ocampo al Banco Mundial

El gobierno del Brasil en la segunda mitad de marzo de este año (2012) ha tenido dos iniciativas muy importantes para la construcción de un nuevo orden financiero internacional. El primero y más importante es la nominación de José Antonio Ocampo a la Presidencia del Banco Mundial. Ocampo, ex ministro de economía colombiano que también ha sido Director Ejecutivo de CEPAL y Sub Secretario general de Naciones Unidas para Asuntos Económicos y Financieros, se mudó al think tank de Joseph Stiglitz en la Universidad de Columbia cuando dejó dicho cargo. Con Stiglitz es uno de los intelectuales pensantes sobre cómo debería ser el nuevo orden financiero internacional, hoy tan cuestionado tras los colapsos financieros vistos en Estados Unidos, Gran Bretaña y Europa.

Históricamente, desde su diseño inicial en 1944 y su puesta en marcha en 1946, las instituciones de Bretton Woods (BW), el FMI y el Banco Mundial, estuvieron repartidas entre Europa y Estados Unidos. Europa se quedaría con la Dirección ejecutiva del Fondo mientras Estados Unidos lo haría con el Banco.

Unasur frente a las crisis

El siglo 21 celebra el inicio de una nueva era de la integración latinoamericana, y el accionar de la Unión de Naciones Suramericanas es una clara expresión de los vientos de cambio que atraviesan la región. El fin de la guerra fría, el rotundo fracaso del modelo económico neoliberal y la reestructuración de la agenda de Washington a partir de los atentados del 11-S aumentaron el margen de autonomía de las naciones suramericanas, y éstas supieron aprovecharlo. El volumen de comercio intrarregional es cada vez mayor: Brasil, por ejemplo, es el principal socio comercial de Argentina, Colombia lo es de Venezuela y Ecuador de Colombia. Las inversiones internas también aumentan, y esto naturalmente incide positivamente sobre las lógicas del transporte, la interconexión energética y la infraestructura. De este modo, se va definiendo una región con mayor densidad de relaciones, donde aumentan los lazos de interdependencia mutua, en el marco de un subsistema regional liderado por gobiernos democráticos y en el que, en lo sustancial, reina la paz y la concordia; con escasas excepciones acotadas en el espacio y en el tiempo.

“Los bancos programan la crisis para ganar con ella”

El economista ecuatoriano, nombrado por Rafael Correa para impulsar el Banco del Sur y la moneda única para la región, señala los intereses ocultos tras la crisis, provocada por los mismos que hoy definen las políticas de ajuste.

El gobierno de Ecuador fue uno de los precursores en la necesidad de construir una nueva arquitectura financiera para la región. Pedro Páez Pérez, economista ecuatoriano, estrechamente ligado a Rafael Correa, participó activamente en esa construcción, primero desde los cargos que ocupó en el gobierno de Quito y ahora como titular de la comisión presidencial ecuatoriana para una Nueva Arquitectura Financiera.Participó en Buenos Aires en diversos seminarios, planteando un durísimo enfoque sobre las causas de la crisis financiera y quienes la impulsan para beneficiarse con ella.

El Banco del Sur salió en trámite express

La aprobación fue unánime y la sesión especial en la Cámara de Diputados apenas un trámite. El kirchnerismo y las bancadas opositoras acordaron aglutinar en un mismo paquete una serie de proyectos que convirtieron en ley en una única votación. De esta manera, la Cámara baja le dio la puntada final a la ratificación parlamentaria de Argentina a la conformación del Banco del Sur, una entidad crediticia impulsada junto a otros seis países de la Unasur (Brasil, Venezuela, Ecuador, Bolivia, Uruguay y Paraguay) que servirá para promover con recursos propios el desarrollo económico y obras de infraestructura para la región. El convenio había sido rubricado por estos siete países en septiembre de 2009 en la caribeña Isla Margarita, pero también podrán adherir posteriormente y con los mismos derechos el resto de las naciones de América del Sur que no fueron parte del núcleo fundante.

Con la aprobación de ayer, la Argentina es el cuarto país en ratificar el convenio por su Parlamento. Antes lo habían hecho Venezuela, Ecuador y Bolivia, mientras que Uruguay y Brasil están próximos a cumplir con la disposición. Eso aceleraría la puesta en marcha del organismo de crédito regional.

El otro paso será el de la composición accionaria y aporte económico que harán todos los países miembros del Banco del Sur. Argentina, Brasil y Venezuela serán sus mayores aportantes y suscribirán acciones por seis mil millones de dólares –dos mil millones cada uno–, que deberán completarse en un plazo de cinco años. Ecuador y Uruguay lo harán en una proporción menor: 400 millones de dólares. Bolivia y Paraguay aportarán 100 millones cada uno y podrán integrar el capital accionario en un plazo mayor.

Un extenso tramo del convenio también detalla los proyectos que serán objeto de crédito. Entre ellos, los que apunten al “logro de la soberanía alimentaria, energética, de la salud, de los recursos naturales y del conocimiento”. Así como temas claves de la economía, como “mejorar la competitividad, el desarrollo tecnológico, la infraestructura, generación y provisión de servicios, la complementariedad productiva intra-regional y la maximización del valor agregado a las materias primas”.

Acuerdo previo

La ratificación del convenio del Banco del Sur fue el eje de la sesión espacial de ayer en la Cámara baja. Pero, en el mismo trámite, los diputados también sancionaron la ley de la extensión de la prescripción de delitos de abuso sexual a menores de edad y la transferencia de la competencias judiciales a la ciudad de Buenos Aires (ver aparte).

Además de darle media sanción al Mecanismo Nacional de Prevención de la Tortura y otorgarle rango constitucional a la Convención Interamericana para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra la mujer. En una misma votación, todas estas propuestas recibieron el respaldo de 210 diputados y solo seis se abstuvieron.

El mecanismo se acordó de antemano entre oficialismo y oposición para no correr el riesgo de que alguna de las iniciativas trabajosamente consensuadas quedara sin sanción si las intervenciones en el recinto se dilataban. Los diputados primero votaron el paquete y luego se abrió paso a las exposiciones de los legisladores.

El primero en tomar la palabra fue el diputado oficialista por Salta Fernando Yarade, quien dio detalles del convenio y sostuvo que la creación del Banco del Sur también busca “fortalecer el desarrollo científico y tecnológico” de la región.

“Este bloque ve con beneplácito la constitución del organismo”, dijo Alfonso Prat Gay en nombre de la Coalición Cívica, quien consideró al Banco del Sur como “un instrumento adecuado para obras de infraestructura y desarrollo”. Sin embargo, el presidente de la Comisión de Finanzas afirmó que “no es un vehículo para mitigar la crisis internacional”. El radical jujeño Miguel Giubergia también respaldó la iniciativa y hasta el PRO se sumó a los elogios: “Vamos a ganar prestigio y liderazgo político en la unificación de la integración sudamericana”, sostuvo el jefe de la bancada macrista, Federico Pinedo.

“Es un hecho excepcional, producto del nuevo estilo de integración que se está gestando en la región, que busca fortalecer conceptos de soberanía política y económica y recrea escenarios de mayor participación”, sostuvo el diputado de Nuevo Encuentro Carlos Heller. “Estamos convencidos de que es necesario que nuestra región avance en la construcción de alternativas instrumentales que permitan a los países de nuestra Suramérica contar con una institución financiera sobre bases diferentes, entroncadas con nuestro destino común”, agregó el socialista Lisandro Viale. Con la aprobación previa, las exposiciones a favor del convenio fueron decayendo, algunos insertaron sus discursos y el recinto se fue vaciando hasta quedar casi desierto. El debate se dio por concluido.