Trump y la doctrina Troilo

En noviembre de 2013 el entonces Secretario de Estado, John Kerry, anunció ante la Organización de Estados Americanos el ocaso de la Doctrina Monroe. En febrero de 2019 el entonces Secretario de Estado, Rex Tillerson, recordó en la Universidad de Texas el sentido, alcance y valor de la Doctrina Monroe. En abril de este año en una entrevista el Consejero de Seguridad Nacional, John Bolton, aseguró que en la administración Trump “no hay temor de aplicar la Doctrina Monroe”. En mayo en un texto para el Gatestone Institute Jiri Valenta, del Begin-Sadat Center for Strategic Studies, invocó la necesidad de recurrir a la Doctrina Monroe y desplegarla en Venezuela. En junio en un artículo en la revista Proceedings del US Naval Institute el Teniente Andrew Kramer reclamó una “nueva” Doctrina Monroe para el manejo de las relaciones entre Estados Unidos y Latinoamérica.

¿América Latina sigue siendo el “patio trasero” de Estados Unidos?

A fines de la primavera de 2008, el prestigioso Consejo de Relaciones Exteriores, en Nueva York, publicó un informe titulado “Relaciones entre Estados Unidos y América Latina: una nueva dirección para una nueva realidad”. Programado para influir en la política exterior del próximo Gobierno estadounidense, el informe aseveró: “la era de EEUU como la influencia dominante en América Latina ha terminado”.

De las operaciones mediático/judiciales al TPP

 

Un sismo político sacude a la civilización occidental y expresa el malestar social en un presente dominado por el control del capital monopólico sobre todos los ámbitos de la vida social. Oleadas de convulsiones políticas desnudan la crisis de legitimidad institucional. Desde la elección presidencial en los Estados Unidos hasta la salida de Inglaterra de la Comunidad Europea, un populismo de distintos signos ideológicos agrieta a las instituciones republicanas en el primer mundo reclamando autonomía nacional, representación política y bienestar económico.