Minería a cielo abierto, agua, territorio y salud

Es en un marco de falsa racionalidad económica en el que hay que situar las presiones desreguladoras promovidas por el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional. La desregulación financiera ha venido acompañada de una desregulación ambiental y social que no ha hecho sino desproteger más aún a los más débiles, bajo el argumento de dar libertad al mercado, a fin de promover un desarrollo que, se supone, acabaría beneficiándolos en última instancia. Desde este enfoque, se han despreciado valores sociales, como la salud pública; valores ambientales, como la sostenibilidad de los ecosistemas acuáticos, e incluso principios éticos, perdiendo la perspectiva del interés general y de derechos básicos que deben ser de acceso universal, como los derechos humanos. Estos valores, en muchos casos, además de vertebrar la cohesión social y moral de la sociedad, proyectan impactos económicos de enorme trascendencia, tanto para la sociedad actual como para las generaciones futuras. Por ello, el autor afirma que esa pretendida racionalidad econó- mica es falaz, más allá de inmoral.

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