Entre un enjambre de encrucijadas y la integración energética regional

Otrora una de las regiones más ricas en recursos minerales del planeta, durante el auge de las tendencias mercantilistas, Bolivia se debate en la actualidad entre los índices de pobreza más elevados del continente y una estructural debilidad de sus instituciones. Desde los tiempos coloniales, este Estado - que se liberó de la tutela española homenajeando a Bolívar - generó una formidable transferencia de recursos hacia los centros de poder mundial. Y esta es una de las claves para intentar comprender un interminable y recurrente espinel de conflictos sociales, políticos, económicos, institucionales, regionales, internacionales y étnicos. A pesar de su condición mediterránea, la antigua región altoperuana -que albergó uno de los yacimientos de plata más grandes del mundo y la ciudad de Potosí, que llegó a ser una de las más pobladas de Occidente- continúa produciendo valiosas materias primas desde las entrañas de su territorio. El problema es que esa producción beneficia a un sector minoritario de su población y a un puñado de empresas transnacionales. Es decir, que la inequitativa distribución del ingreso se fue acentuando cada vez más hasta transformar a Bolivia en el país con mayores índices de pobreza de Sudamérica. Este es el punto de partida desde el que el autor interpreta los fenómenos que se vienen sucediendo en el país vecino durante los últimos meses y que, indudablemente, involucran a los países del Cono Sur.

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