El autor afirma que cinco aspectos, en su combinación, son esenciales para entender los tremendos líos austríacos de hoy, sin duda los peores de la historia de posguerra de este país, problemas previsibles pero no con su contundencia actual:; -la notoria ausencia de un verdadero examen colectivo de conciencia de los austríacos pos 1945, en claro contraste con los sucedido en Alemania;; -el lento pero inexorable desgaste de los partidos tradicionales, socialdemócrata y conservador, y de su forma de gobernar;; -la figura carismática y hábilmente demagoga de Haider frente a unos líderes políticos más bien grises;; -el aumento muy rápido del número de ciudadanos extranjeros, principalmente oriundos de los Balcanes, en los años '90, más tardío y más rápido que en otros países, en momentos en que el empleo ya constituye realmente un problemas social, pese a una tasa de desempleo muy baja en comparación europea;; -y un difuso